Cientos de logroñeses se congregaron este Miércoles Santo en la Concatedral de Santa María de La Redonda para presenciar la emotiva Limpieza y Veneración del Santo Cristo Yacente del Sepulcro. Un ritual que se realiza desde hace 20 años que marca el inicio de la Semana Santa en la capital riojana, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.
En una abarrotada Capilla de los Ángeles, un silencio expectante envolvía a los presentes mientras la talla del Cristo Yacente, custodiada durante todo el año en su urna, era cuidadosamente extraída y depositada sobre un altar adornado con cojines negros bordados en oro.
David Rioja, Hermano Mayor de la Cofradía del Santo Sepulcro, guió con solemnidad el proceso de limpieza de la imagen, un momento de profunda devoción para los asistentes.
Tras la lectura del Evangelio, llegó el tradicional ‘besapiés’, donde una fila interminable de fieles aguardaba pacientemente para rendir homenaje a la venerada imagen. Algunos la besaban, otros la tocaban con fervor, y muchos depositaban a sus pies pañuelos, llaves, joyas e incluso acercaban a sus bebés en un gesto de fe y profunda conexión.
El ritual se prolongó durante varias horas, en un ambiente cargado de emoción y recogimiento. Finalmente, el Cristo Yacente fue retornado a su urna, no sin antes recibir el cariño y la devoción de un pueblo que lo venera.
El próximo Viernes Santo, la imagen volverá a procesionar por las calles de Logroño en el Santo Entierro, poniendo fin a una Semana Santa marcada por la tradición y la fe.
Un Miércoles Santo inolvidable para Logroño, donde el fervor religioso se mezcló con la emoción y el reencuentro con una de las imágenes más queridas por la ciudad.